miércoles, 31 de marzo de 2010

LOS CUATRO LISIADOS

 
Un mudo a nativitate,
y más sordo que una tapia,
vino a tratar con un ciego
cosas de poca importancia.
Hablaba el ciego por señas,
que para el mudo eran claras:
mas hízole otras el mudo,
y él a oscuras se quedaba.
En este apuro trajeron
para que los ayudara
a un camarada de entrambos
que era manco, por desgracia.
Éste las señas del mudo
trasladaba con palabras,
y por aquel medio el ciego
del negocio se enteraba.
Por último, resultó
de conferencia tan rara
que era preciso escribir
sobre el asunto una carta.
«Compañeros, saltó el manco,
mi auxilio a tanto no alcanza;
pero a escribirla vendrá
el dómine si le llaman.»
«¿Qué ha de venir, dijo el ciego,
si es cojo, que apenas anda?
Vamos: será menester
ir a buscarlo a su casa.»
Así lo hicieron y al fin
el cojo escribe la carta;
díctanla el ciego y el manco,
y el mudo parte a llevarla.
Para el consabido asunto
con dos personas sobraba;
mas como eran ellas tales,
cuatro fueron necesarias.
Y a no ser porque ha tan poco
que en un lugar de la Alcarria
acaeció esta aventura,
testigos más de cien almas,
bien pudiera sospecharse
que estaba adrede inventada
por alguno que con ella
quiso pintar lo que pasa
cuando juntándose muchos
en pandilla literaria,
tienen que trabajar todos
para una gran patarata.
 
  
 
Tomás de Iriarte (1750-1791), Fabulas Literarias

lunes, 29 de marzo de 2010

ROMANCE DE ROSAFRITA


Rosafrita, Rosafrita,
la de la fermosa cara,
la del airoso corpiño
que de tan colmado estalla;
la que las caderas mueve
de tal guisa, que al miralla
perdieron la su chaveta
los Doce Pares de Francia.
Rosafrita, si quisiérades,
abriríasme tu estancia,
guardada por once dueñas
con cucuruchos de rafia.
Si quisiérades, podrías
dexar la puerta entornada,
y yo pasaría dentro,
non para cosa malsana,
nin puerca, nin indecente,
que proponerlo no osara,
sino para que los dos
nos metamos en la cama."

Oyendo aquestas razones
tan corteses y tan castas,
ansí dixo Rosafrita,
bien oiréis lo que fablaba:

"Ven esta noche, Bardolfo,
que abriréte una ventana
por la que podrás pasar
si antes non te descalabras.
Mas non olvides, doncel,
que yo estoy ya maridada
con don Lope Gil y Puertas,
que aunque fuése a Tierra Santa,
puede volverse de pronto,
y figúrate qué cara
va a poner si nos sorprende
con las manos en la masa.
Mis dueñas non te preocupen,
que les daré una tisana
que la santa de mi madre
usó muchísimo en casa,
que si en la color paresce
cocción de tomillo y salvia,
te la tomas y las tripas
se te facen mermelada."

Estaban folgando juntos
el galán y la su dama,
cuando cascos de caballo
en el castillo sonaban.
"Aqueste trote, mancebo",
diz Rosafrita muy blanca,
"es el trote de mi esposo,
que entre mil lo adivinara."
Ya subía el caballero
por escaleras y rampas,
y al llegar a su aposento,
estas palabras fablaba:

"¿Qué facen las once dueñas
muertas y despanzurradas?"
"Murieron de sopetón,
pues picóles la tarántula."
"¿Qué facen esos calzones
de varón sobre mi cama?"
"Son un valioso presente
que os manda el rey de Navarra."
"­¡Vive Dios, que están rompidos!"
"Es que usólos el monarca,
y entre Pinto y Valdemoro
le clavaron una lanza."
"¿Y de quién son esos pieses
que asoman entre las sábanas?"
"Del postillón, que ha venido
a repartir unas cartas."
"¿Y las reparte desnudo,
cual su madre le alumbrara?"
"En verano nada más,
porque en invierno se tapa."

El noble considerando
la situación con gran calma,
dixo a su esposa con pena
y mansedumbre en su cara:
"Siempre dixe, Rosafrita,
que de buena te pasabas;
y como eres tan piadosa,
la pringas, hija del alma.
Que se vaya el postillón
a otra parte a facer gárgaras.
¡­Sin un hombre que la gobierne,
la casa non es la casa!"

  
 
Jorge Llopis (1919-1976)

LE 5 PARTI DEL CORPO MENO UTILLIZZATE


Ti sei mai chiesto se ci sono delle parti del tuo corpo delle quali potresti anche fare a meno? La risposta arriva da Focus On Top, il programma di Bonsai TV realizzato in collaborazione con Focus, che questa settimana stila la classifica delle 5 parti meno utilizzate del corpo umano.

FUENTE: Focus.it

viernes, 26 de marzo de 2010

ROMANCE DE LA E.S.O.

 
Dicen que va en retroceso
la enseñanza de la E.S.O.
Comprobarlo un padre quiso
y asaltó, sin previo aviso,
a su hija de quince años,
que, con modales huraños,
con evidente impaciencia
y tono de displicencia,
así le fue respondiendo:
-¿Cuándo vivió Alfonso Sexto?
-No está en mi libro de texto.
-¿Y está Felipe Segundo?
-A ese siempre lo confundo.
-¿Y doña Juana la Loca?
-En este curso no toca.
-Dí algún monarca absoluto.
-No se da eso en mi instituto.
-¿Y cuándo se perdió Cuba?
-Esta... ¡tiene mala uva!
-Pues dí un pintor español.
-Eso no entra en el control.
-¿No sabes quién fue Picasso?
-No. De esas cosas, yo paso.
-¿Cuándo acabó la Edad Media?
-Pues vendrá en la Enciclopedia.
-¿Y las Navas de Tolosa?
-¡Me preguntas cada cosa...!
-¿Y qué fue la Reconquista?
-Si me dieras una pista...
-¿A qué equivalen mil gramos?
-¡Pero si eso no lo damos!
-¿Qué son los número primos?
-Eso tampoco lo dimos.
-¿La ecuación de primer grado?
-Pues tampoco la hemos dado.
-¿Y sabes mucho latín?
-¡Lo dices con retintín...!
-Y tampoco darás griego
-Se escribe raro, me niego.
-¿Quién fue Ortega y Gasset?
-Lo miraré en internet.
-¿No estudias filosofía?
-¡Para qué me serviría!
-¿Y has dado Literatura?
-No sé... No estoy muy segura.
-¿Quién compuso «La Odisea»?
-No tengo ni zorra idea.
-¿En qué obra sale Calisto?
-No, papá, eso no lo he visto.
-¿Y Gonzalo de Berceo?
-No viene en el libro, creo.
-¿Y Calderón de la Barca?
-¡Huy, papi, no me seas carca!
-¿Clarín, Baroja, Unamuno...?
-Pues no me suena ninguno.
-¿Algún autor del Barroco?
-De eso sé bastante poco.
-¿Quién fue el Manco de Lepanto?
-Papá, no preguntes tanto.
-Pero, ¿no leéis a Cervantes?
-¡A ese lo leerías antes...!
-Lo tuyo, hija, es deplorable...
-Pues he sacado notable.
-Y de ciencias, ¿sabes algo?
-Me voy, que esta noche salgo.
-Pero, entonces, tú ¿qué sabes?
-¡No me esperéis; tengo llaves!
Y el padre quedó perplejo:
al mirarse en el espejo º
se notó cara de idiota.
Musitó una palabrota
y fue a meterse en la cama.
Así acaba este epigrama.

lunes, 22 de marzo de 2010

HOME (VERSIÓN EN ESPAÑOL)


En los 200.000 años que llevamos los hombres sobre la Tierra hemos roto el equilibrio que durante casi cuatro mil millones de años de evolución se había establecido en el planeta. El precio que debemos pagar es alto, pero es demasiado tarde para ser pesimistas: la humanidad dispone apenas de diez años para invertir la tendencia, darse cuenta del grado de espolio de la riqueza de la Tierra y cambiar su modelo de consumo.

HOME es un largometraje dirigido por Yann Arthus-Bertrand y coproducido por EuropaCorp (Estudio de Luc Besson) y Elzévir Films con el apoyo de PPR. HOME se compone de imágenes aéreas que abarcan los temas medioambientales más importantes, diciéndonos a la vez que aún existen soluciones. HOME se estrenó el 5 de Junio 2009 en todo el planeta y en todos los formatos. Su objetivo es llegar a la audiencia más amplia posible y convencernos sobre nuestra responsabilidad individual y colectiva hacia el planeta.


El largometraje se acompaña de unas imágenes del Planeta preciosas. No tiene desperdicio. El vídeo que he insertado en esta entrada, es tan sólo un breve reportaje de cómo se hizo el rodaje, ya que el vídeo original, que está en formato de HD (alta definición), no tiene activada la opción de insertar. Os recomiendo verlo entero haciendo click en el enlace que he puesto bajo el vídeo.

jueves, 18 de marzo de 2010

PINTURA HIPERREALISTA A BOLÍGRAFO BIC

Juan Francisco Casas (La Carolina, Jaén, 1976) realiza dibujos de escenas cotidianas con fidelidad fotográfica con un bolígrafo Bic azul.

Una chica exhibe descaradamente la belleza de su cuerpo desnudo. Mira desafiante a la cámara mientras apura una botella de refresco. La luz del flash se refleja en sus ojos. Desde el círculo de sus pupilas a la suave curva de su vientre, toda su figura está perfilada por cientos de rayas de un azul eléctrico, el de la tinta de los bolis Bic con los que Juan Francisco Casas ha dibujado una veintena de retratos hiperrealistas. "Es llamativo porque juega con la contradicción entre una técnica hiperdetallada y un medio como el bolígrafo, que no fue pensado para ello".

Sus ilustraciones son hojas de papel que muestran escenas festivas protagonizadas por un grupo de jóvenes guapos y despreocupados que disfrutan su alegría. Esta obra atestigua la destreza de su autor para recrear imágenes de una fidelidad casi fotográfica sirviéndose únicamente de un bolígrafo Bic.

También hace pinturas al óleo, con una temática similar, pero son estas minuciosas estampas a tinta las que más llaman la atención. "Son escenas domésticas que capto con una cámara digital", explica Casas, frente a los dibujos de pequeño formato, de 50 por 20 centímetros, y los grandes, de cerca de 80 por 100 centímetros. Estos últimos, dado su tamaño, tiene que pintarlos de pie. Son una prueba de lo difícil que es hacerlos. "Tengo que pintarlos con mucho cuidado porque al poner el boli en posición horizontal la tinta se va hacia atrás y la punta se seca", señala Casas, pasando la mano sobre la superficie del papel.

Dibuja trazo a trazo. Línea a línea. Durante horas. Con minuciosidad y mucha, mucha atención. El mínimo error echa a perder el trabajo de semanas y vuelta a empezar. Uno se puede hacer una idea de las horas de trazos que requiere la imagen de la chica que se pasa el hilo dental en uno de los dibujos de gran formato. Se aprecia cada detalle de los mechones de pelo rubio sobre los que se refleja la luz. La tira de plástico que limpia su dentadura se tensa y se hunde sobre la carne de los dedos. Casi se puede tocar cada pliegue de la piel.

Casas capta esos momentos en los que él y sus amigos lo pasan bien y luego copia las instantáneas. "¿Que por qué siempre son divertidas? Pues porque, en general, nadie se hace fotos cuando está deprimido", se justifica el autor.

Todas las imágenes remiten a una intimidad que Casas revela en breves flases. En una aparecen él y una amiga burlándose del observador. En otra, un fotógrafo anónimo enfoca con su objetivo. Otra joven se extiende desnuda y tumbada boca arriba en la cama. Parece absorbida en pleno clímax orgásmico.

El artista es premio nacional de Fin de Carrera del Ministerio de Educación y Ciencia tras sus estudios en Bellas Artes. Ahora trabaja becado por la Real Academia de España en Roma. Seguirá con estos retratos de tinta "que están teniendo buena aceptación". Ha llamado a Bic, el gigante de los bolígrafos al que compra "cajas y cajas" de unidades. Pero, según revela Casas, la empresa no parece interesada en patrocinarle. Él, sin embargo, seguirá agotando boli tras boli. Su arte depende de ello.



FUENTE (ADAPTADA): ABEL GRAU, "El Bic es un pincel hiperrealista", El País, Madrid, 16 de enero de 2008

domingo, 14 de marzo de 2010

EL CURA

 
Es un hombre de buena pasta,
no se finge cenobita,
hace vida quasi casta,
ayuna lo que le basta
y bebe más que medita.

Sabe que el mundo es inmundo,
valle de dolor acedo;
pero en el valle fecundo
tiene el cura en un viñedo
el mejor vino del mundo.

Como conoce el ritual,
el dogma y la ley sagrada,
hombre ante todo formal,
no transige el cura en nada,
a no ser en la moral.

En su parroquia tranquila,
sin intriga, sin engaño,
cuida afanoso el rebaño
de fieles y los esquila
más de tres veces al año.

Y gracias a ser muy fiel
aquí toda criatura;
nunca le falta a este cura
queso, vino, pan y miel,
con evangélica hartura.

No es el cura milenario
ni se entrega al pesimismo
como le manda el breviario;
le cabe el catolicismo
en su vientre extraordinario.

“Este mundo es transitorio,
dice el cura, bien lo veo“—
pero amigo del jolgorio,
se va en el tren de recreo
en busca del purgatorio.

Hecho siempre un dominguillo,
va de función en función
de uno en otro pueblecillo;
tras de las once el sermón,
tras el sermón el tresillo.

Si alguna vez se le escapa
una cana echada al aire,
y hay quien la capa le atrapa,
este cura con donaire,
sabe recoger la capa.

Dejo dicho con buen modo
que es un tanto macareno
y aunque no parezca bueno.
miren ustedes, con todo
me gusta más que Toreno.

  

Leopoldo Alas García-Ureña, "Clarín" (1852-1901) - "El cura", poema perteneciente a la serie de poemas publicados en la revista El Solfeo titulados La aldea, núm. 304, 327 y 335 (julio, agosto y septiembre, 1876)